Editorial

Esto no intenta ser una mea culpa de tinte religioso. Simplemente un humilde culto a la Rebeldía, apelando al episodio, si se quiere más condenado de la historia: la desobediencia a Dios.
Puede ser difícil definir la Rebeldía, simplemente porque antes que nada significa la ruptura con lo imperante, con lo políticamente correcto. Sin embargo estoy seguro que más de uno de ustedes habrá cometido uno y mil actos de rebeldía en algún momento. Pues bien, este blog promete, en un principio, la invitación a no pensar que nos perdimos El Paraíso, por culpa de la curiosidad o por culpa de la sensual Eva que provocó la desobediencia, sino más bien, ganamos el desafío de hacer de éste mundo ingrato y asombroso un lugar mejor para vivir…no es acaso mucho trabajo ya…?
Bienvenidos entonces, a un espacio en dónde la Rebeldía seguirá siendo la palanca de cambio de cualquier estado, apelando a que nunca deje de ser la esencia del hombre, dormida o no, para mejorar al menos una pincelada del paisaje…

viernes, 19 de septiembre de 2008



Causa y efecto


Estaba dejándome estar
oyendo el tiempo caer en los relojes de arena
Mirando un instante partir...
y otro llegar...
pensando en tu amor
Tu amor que viene y que va
siguiendo las estaciones
tu amor es causa y efecto de mis canciones
La vida cabe en un clic
en un abrir y cerrar
en cualquier copo de avena
Se trata de distinguir
lo que vale de lo que no vale la pena
Y a mí me vale con que me des
poco más que nada
A mí me basta con una de tus miradas
(Pensando, estaba pensando
por la ventana de aquel bar
mirando a la gente afuera
ir y venir y juraría que te vi...)
Estaba dejándome estar
oyendo el tiempo caer en los relojes de arena
Mirando un instante partir
y otro llegar
pensando en tu amor
Tu amor que viene y que va
siguiendo las estaciones
tu amor es causa y efecto de mis canciones
(Pensando, estaba pensando
por la ventana de aquel bar
mirando a la gente afuera
ir y venir
y juraría que te vi...
aunque sé que estás
a un año luz de mí

domingo, 7 de septiembre de 2008

Ser o No ser burgués...that´s the question


Desde la pormenorizada descripción de José M. Ramos Mejía, sobre las multitudes argentinas hasta los últimos escalafones de nuestra bastardeada política, los burgueses han sido y serán personajes pocos simpáticos para nuestra modesta visión revolucionaria.

Asociados a la lógica del mercado, a la conciente debilidad frente al brutal mercado del consumo, a tener como mayor aspiración la confortable vida en barrios privados y poseer en su living un gran sillón presidente, aunque falte revoque en su baño, la burguesía se torna la única categoría que recluta cada vez más adeptos, o al menos, nuestros nuevos cerebros maduros.

Pero qué es ser Burgués? Un apellido que queremos llevar todos, pero pocos lo confiesan? Una marca de fast food que provoca vaciamiento espiritual? Un centro comercial en donde se encuentran las marcas más caras de ropas, que aunque no las podemos comprar nos iguala a todos en cuanto las vemos desde las lujosas vidrieras?

Ya lo dijo nuestro célebre extremista Ramos Mejía como variedad de su categoría de guarango, el burgués es un tipo "esencial y excesivamente conservador", con cierta modestia previsora, ya que procede de la avaricia y del terror al descubrimiento de la gran fortuna amasada tal vez a costa de su salud. "El improvisado millonario nacido del sortilegio de la lotería y surgido del sembradío tardío inmenso de la colonia o del humeante montón de tierra fecundada por su noble trabajo. Almas desasidas de las cosas ideales que no dan plata, lo mismo es para ellos el despotismo que la libertad, siempre que le conserve su dinero". Hasta nos podríamos atrever a decir que para ellos es lo mismo Menem que Kirchner, Cavallo que la Carrió, Videla que Luther King, lo importante es su libertad económica y sus planes en cuotas fijas.
Pero sin adherirme a la afanosa crítica de Ramos Mejía, me asalta la pregunta de si todos llevamos adentro el alien burgués. Acaso los clásicos progres de los noventa que cuelgan un poster del Che en su dormitorio, o en el living como trofeo de un pensamiento socialista de vanguardia, no deliran con sus vacaciones en la Costa, su Gol cero kilómetro, y su celu de última tecnología que baja cualquier melodía cheta de Internet?
Acaso la burguesía no es una especie de modelo alineante semi destructivo, de bajo alcance pero efectivo de la lógica Capitalismo´s life? Se me ocurre que no estamos a salvo.

A pesar de todo, se podría intentar un llamamiento, una campaña financiada con recursos sólo entusiastas, que apele a las básicas reglas principescas de “lo esencial es invisible a los ojos”. Trillada por demás, estas frases suelen esconder verdades universales que pecan de simples, pero albergan realidades difíciles de coimear.
A Tí espécimen argentino que bregas por una calidad de vida mejor, sin vagabundos en las plazas, sin cartoneros en las calles, sin inocentes en las madrugadas rondando los bares, sin vendedores ambulantes y sin carros en las peatonales, a Tí que del mundo sólo reservas un lugar tranquilo (léase M. Benedetti, No te Salves), a Tí te hablo y pregunto: No valdría la pena abandonar nuestras necesidades creadas por una o dos reales? No valdría la pena pensar que hay cosas más importantes que nosotros mismos? No valdría la pena encontrar el valor de la existencia en los intangibles, aunque resulte una locura?