Hace una semana tomamos la Capital por asalto...una ciudad tan atractiva como nostálgica, tan bondadosa como miserable. Quizás sea porque responde a las características de las grandes urbes: cultura y bares por doquier, famosos y buen vino, imponentes edificios y noches tangueras...pero ya todos lo saben, es solo una cara de la moneda...Igualmente comprobamos que la famosa frase "Dios atiende en Buenos Aires" es una de las verdades más verdadera que he comprobado. Y sí, todo tiene la magia de la novedad, la nostalgia del tango y el trajín de la distancia convertida en cotidianidad...Aquí un recuento breve, de tanto que vimos y nos quedó por ver.
San Telmo
Tomando un vinito en el bar El Primo Humberto (sin comentarios)
Amigo Pablo, no me olvido que de ahora en más "baires" significa más que un bello y culturoso lugar, sino el pedacito de mapa que alberga personas tan bellas como ustedes... no es fácil de encontrar en este paño (como dice el Indio) almas que disfruten de las buenas charlas bajo el sol, la música y los amigos a la distancia!
No sólo nos quedan las fotos de un domingo al lado del río, sino la certeza tanto suya como nuestra que siempre estaremos!
El negro, Larry, Kempes, Cintia, Adri y quien suscribe