Editorial

Esto no intenta ser una mea culpa de tinte religioso. Simplemente un humilde culto a la Rebeldía, apelando al episodio, si se quiere más condenado de la historia: la desobediencia a Dios.
Puede ser difícil definir la Rebeldía, simplemente porque antes que nada significa la ruptura con lo imperante, con lo políticamente correcto. Sin embargo estoy seguro que más de uno de ustedes habrá cometido uno y mil actos de rebeldía en algún momento. Pues bien, este blog promete, en un principio, la invitación a no pensar que nos perdimos El Paraíso, por culpa de la curiosidad o por culpa de la sensual Eva que provocó la desobediencia, sino más bien, ganamos el desafío de hacer de éste mundo ingrato y asombroso un lugar mejor para vivir…no es acaso mucho trabajo ya…?
Bienvenidos entonces, a un espacio en dónde la Rebeldía seguirá siendo la palanca de cambio de cualquier estado, apelando a que nunca deje de ser la esencia del hombre, dormida o no, para mejorar al menos una pincelada del paisaje…

lunes, 9 de junio de 2008


Como bola sin manija

puedo ir para un lado
puedo ir para otro lado
encontrar estuarios pálidos cisnes quietos
buques mansos que como a las nubes
me llevan de un lado para otro lado
puedo dar con lugares apacibles
o sombras excitantes
la primera piel de una mujer
el aroma de una mujer
el sonido de una fiesta
puedo beber de cierto cuidado y enfermarme levemente
y sentir en las sábanas el olor del sol
puedo llegar a tener suerte en el juego y en la vida
puedo cambiar de vida y de nombre
puedo peinarme de otra manera
y vestir como nunca lo hice
puedo sorprender
ser irascible o piadoso
comprensivo con las mujeres
o despiadado con sus increíbles sentimientos
puedo como antaño volver a enamorarme
puedo padecer por un vago recuerdo
o tirar todo por la borda
o no soportar la memoria
–hoy te he recordado vagamente–
puedo reír y cantar
divertir a la gente
y esperar a que todos estén completamente locos
y ya no parezca tan divertido
puedo envejecer y enmudecer para siempre
y decir palabras sin mayor fundamento
puedo gozar de placeres fáciles y complicados
–eras alta antes de conocerte
y hoy no he recordado tu nombre
y pienso que otro día podré humillarlo–
puedo tener rasgos bondadosos
arranques de conmovedora caridad
puedo echarme a perder
o tener más hijos como si ofreciera
el más estupendo y bonito de los mundos posibles
puedo ambicionar una amplia fortuna
hasta puedo trabajar o pensar en el as de oro
o seducir a una adolescente frágil-como-un-pétalo-de-agosto
puedo hacer viajes exóticos morder la espesura de un follaje
jugar mi vida por unos diamantes impuros
o por lánguidos ojos saturados de sabiduría
puedo emborracharme aquí o en el extranjero
y caer exhausto en la turgencia de un muslo
o en el filo de una dudosa alcantarilla
puedo investigar o escribir luminosos párrafos
que abrirían por sí el futuro
puedo ser un intelectual responsable o desaprensivo
firmar o no firmar traicionar o jugar a la lealtad
puedo ser adorado
puedo ser odiado
tener amantes
distintas en su belleza singulares en sus caprichos
o no tener a nadie
y no guardar un solo recuerdo
puedo rechazar la ternura
o mendigarla como hace unas horas
puedo vivir alternativas viejas o recientes
fáciles y peligrosas
puedo elegir mi destino
aunque no sepa darle forma adecuada
ni por dónde empezar
puedo imaginar el tiempo que desconozco
luchar por esa o por otra dulce aspiración
puedo olvidar
–hoy no he podido recordar tu nombre–
de la memoria puedo imaginar las interminables apuestas
y sus mañas de vieja tramposa
puedo no pensar en que distribuye los signos
de ese futuro tangible y ajeno


Paco Urondo



Francisco "Paco" Urondo: Poeta, periodista, académico y militante político..."para que nada siga como está" Un grande de nuestras letras, que no dejó que la ceguera de los que se apropian del poder, mate los deseos de una sociedad más justa.

"Si ustedes lo permiten, prefiero seguir viviendo."